En El Álamo, entendemos que las dificultades en la relación no son el final del camino, sino una invitación a detenerse, mirar juntos lo que está ocurriendo y abrir nuevas formas de encontrarse. La terapia de pareja no se centra únicamente en resolver un problema puntual, sino en explorar cómo se están relacionando, qué heridas trae cada uno, cómo se comunican, qué necesidades no están siendo vistas y de qué forma pueden transformar esa dinámica para crecer juntos.

Las relaciones de pareja atraviesan diferentes etapas, desafíos y momentos de transformación. No existen vínculos perfectos ni lineales, y muchas veces lo que antes unía comienza a generar distancia, frustración o desconexión. Otras veces, el conflicto se repite sin encontrar salida, y el vínculo se llena de incomprensión, silencios o reproches que desgastan profundamente.

• Identificar los patrones que se repiten y que bloquean la conexión.
• Escuchar con empatía lo que cada uno necesita, desea, anhela o teme.
• Comprender los ciclos de conflicto y aprender a salir de ellos sin dañar.
• Recuperar la capacidad de comunicarse con claridad, sin ataques ni evasivas.
• Volver a mirar al otro desde la presencia, el respeto mutuo y la autenticidad.
• Reconectar con lo que los unió y cultivar una relación más consciente.
• Tomar decisiones importantes (como convivir, separarse o tener hijos) desde un lugar más maduro, sereno y libre.

La terapia de pareja no es solo para momentos de crisis y «cuando todo va mal». También puede ser un espacio valioso para fortalecer el vínculo, abrir nuevas posibilidades, nutrir la relación, crecer juntos y redescubrirse desde otro lugar.

Somos dos sombras y también dos luces. Alumbrémonos de una vez por todas y hagamos del amor una corriente que comunique nuestras dos orillas.