En El Álamo, entendemos que cada etapa del crecimiento viene acompañada de retos emocionales, sociales y familiares. A veces, estos desafíos se manifiestan en forma de cambios de conducta, miedos, dificultades escolares, rabietas, tristeza persistente, problemas de sueño, aislamiento o exceso de energía. Pero detrás de cada síntoma hay un mensaje, una vivencia que merece ser escuchada.
Nuestro enfoque terapéutico pone en el centro la experiencia emocional del menor dentro de su contexto familiar, escolar y social. Creamos un espacio seguro y respetuoso donde puedan expresarse a través del juego, el arte, el movimiento o la palabra, según su etapa evolutiva.